sábado, 14 de abril de 2012

Entereza

Escribo con tristeza y fortaleza.
Escribo con tristeza porque acabo de leer una noticia en donde dice que se vertió pintura no biodegradable, tóxica, al río La Silla, el único vivo del área metropolitana de Nuevo León.
No he podido ir a visitar el lugar personalmente. Vi las fotografías ayer por la noche y no pude evita llorar, aunque me aferré a mi entereza.
Pero entereza es eso mismo: sentir el dolor, comunicarlo, combatirlo, sacarlo. Entereza es seguir sintiendo con empatía a pesar de la imagen que proyectemos o de los costos en salud o de la energía que se va.
Lloré mucho. Esto no me es ajeno. Ya aquí les he expuesto la condición del río y de cómo lo hacen mierda.

martes, 10 de abril de 2012

La duda

 El jueves pasado me di un paseo con mi familia por La Pastora, el zoológico. Ya es casi una tradición familiar echarnos la vuelta de vez en cuando. Y sí, eso que están pensando es verdadero: a qué ir si sale uno tan triste, si siempre verá los mismos animales más los que están encerrados, sufriendo.
En esta ocasión, las cosas no fueron muy distintas. Aves, leones, pumas, leopardos muriendo de calor, sin agua. Gente aventándole comida chatarra, tirando basura a diestra y siniestra. Comenzamos a levantar basura, yo creo que pensaron que éramos una cuadrilla de limpieza y la aventaban con menos remordimiento (menos, sí), sabiendo que sería levantada por nosotras.
                Más allá de la desgracia que todos sabemos, de la degeneración de la gente, de la apatía por el cuidado del mundo, que se refleja de forma evidente en La Pastora, quiero contarles otra anécdota con la que me permitiré realizar una breve reflexión.